Inglés escrito y hablado: Dos cosas distintas

Listado de Temas
Imagina esta situación, que seguramente te ha ocurrido cientos de veces: ves una palabra nueva en inglés, como "though". Tu cerebro hispanohablante, entrenado para una perfecta correspondencia entre letras y sonidos, la mira y piensa: "Esto debería sonar algo como 'to-hug'".

Luego, la escuchas en una película o en una canción y suena como "/ðoʊ/". No hay 't', no hay 'h' sonora, no hay 'g'. Nada tiene sentido.

Este es el problema fundamental y el primer gran muro con el que nos topamos todos los hispanohablantes: intentamos leer el inglés con las reglas del español. Lo hacemos por instinto, porque nuestro idioma es maravillosamente fonético y predecible. Si ves una "a", suena "a". Si ves una "p", suena "p". Esta consistencia nos da una confianza que, al aplicarla al inglés, se convierte en nuestra mayor trampa.

El inglés, a diferencia del español, no es un idioma fonético. Sus reglas de ortografía son una mezcla caótica de historia, invasiones, préstamos de otros idiomas y evolución. Confiar en cómo se escribe una palabra para saber cómo se pronuncia es como intentar navegar por Madrid con un mapa de Londres. Simplemente, no funciona.

Vamos a desglosar exactamente por qué este enfoque falla y por qué es crucial "resetear" nuestro cerebro para pensar en sonidos en lugar de en letras.

1. Las Vocales: Un Campo de Minas Sonoro

Este es el mayor desafío. El español tiene 5 sonidos vocálicos puros y predecibles (a, e, i, o, u). El inglés tiene más de 20 sonidos vocálicos, entre vocales cortas, largas y diptongos (combinaciones de vocales).

Una misma letra vocal en inglés puede tener múltiples pronunciaciones completamente diferentes:

La letra "a" puede sonar de, al menos, 5 maneras distintas:

/æ/ como en cat (gato) - Un sonido que no existe en español.
/eɪ/ como en cake (tarta) - Un diptongo, como nuestra "ei".
/ɑː/ como en car (coche) - Una "a" larga y posterior.
/ə/ (schwa) como en about (acerca de) - Un sonido vago y átono.
/ɒ/ (en acento británico) como en what (qué) - Una "o" corta y abierta.
La combinación "ea" puede sonar:

/iː/ como en speak (hablar).
/ɛ/ como en bread (pan).
/eɪ/ como en break (romper).
El error del hispanohablante: Intentar pronunciar todas las "a" como nuestra "a", o todas las "e" como nuestra "e", lo que lleva a confusiones clásicas como pronunciar beach (playa) y bitch (insulto) de la misma manera, cuando la diferencia está en el sonido vocálico largo /iː/ y el corto /ɪ/.

2. Las Letras Silenciosas: Fantasmas en la Ortografía

El inglés está lleno de letras que se escriben pero no se pronuncian. Leerlas como lo haríamos en español es un error garantizado.

k en know (saber), knife (cuchillo) -> No se pronuncia.
b en doubt (duda), debt (deuda) -> No se pronuncia.
w en write (escribir), wrong (incorrecto) -> No se pronuncia.
h en hour (hora), honest (honesto) -> No se pronuncia (¡pero en house sí!).
l en walk (caminar), talk (hablar) -> No se pronuncia.
t en listen (escuchar), castle (castillo) -> No se pronuncia.
El error del hispanohablante: Pronunciar "lis-ten", "dou-bet" o "k-nou", añadiendo sonidos que simplemente no existen y que hacen que la palabra sea irreconocible para un nativo.

3. Combinaciones de Letras con Sonidos Inesperados

Grupos de letras en inglés pueden tener una pronunciación que no tiene ninguna relación lógica con sus componentes. El ejemplo más famoso es "-ough":

tough (duro) -> suena /tʌf/ (como "taf")
though (aunque) -> suena /ðoʊ/ (como "dou")
through (a través) -> suena /θruː/ (como "zru")
thought (pensamiento) -> suena /θɔːt/ (como "zot")
bough (rama) -> suena /baʊ/ (como "bau")
cough (tos) -> suena /kɔf/ (como "cof")
Leer estas palabras basándose en las letras es imposible. No hay una regla fija; simplemente hay que aprender la pronunciación de cada una.


Conclusión: El Inglés es Caótico. Tu Aprendizaje No Tiene por Qué Serlo.

Hemos visto que intentar descifrar la pronunciación del inglés basándose en sus letras es una batalla perdida de antemano. Es un idioma anárquico, un mosaico de historia donde las reglas son la excepción y las excepciones son la norma. Palabras como tough, though y through no son un error; son la prueba de que el sistema fonético del inglés, desde una perspectiva de "lectura", es fundamentalmente caótico.

Y aquí es donde muchos estudiantes se frustran. Sienten que, además de la gramática y el vocabulario, tienen que convertirse en lingüistas expertos, memorizando cientos de símbolos fonéticos y reglas complejas solo para poder hablar sin que los miren con cara de extrañeza.

Pero, ¿y si te dijera que esa batalla no es tuya?

No necesitas ser un experto en fonética para sonar bien en inglés. Lo que necesitas es un método que haya hecho el trabajo duro por ti. El inglés es caótico, sí, pero tu aprendizaje puede ser un proceso ordenado, lógico y, sobre todo, liberador. La pronunciación correcta no es algo que se sufre, es algo que, con la enseñanza adecuada, simplemente... sucede.

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Imagina esta situación, que seguramente te ha ocurrido cientos de veces: ves una palabra nueva en inglés, como "though". Tu cerebro hispanohablante, entrenado para una perfecta correspondencia entre letras y sonidos, la mira y piensa: "Esto debería sonar algo como 'to-hug'".

Luego, la escuchas en una película o en una canción y suena como "/ðoʊ/". No hay 't', no hay 'h' sonora, no hay 'g'. Nada tiene sentido.

Este es el problema fundamental y el primer gran muro con el que nos topamos todos los hispanohablantes: intentamos leer el inglés con las reglas del español. Lo hacemos por instinto, porque nuestro idioma es maravillosamente fonético y predecible. Si ves una "a", suena "a". Si ves una "p", suena "p". Esta consistencia nos da una confianza que, al aplicarla al inglés, se convierte en nuestra mayor trampa.

El inglés, a diferencia del español, no es un idioma fonético. Sus reglas de ortografía son una mezcla caótica de historia, invasiones, préstamos de otros idiomas y evolución. Confiar en cómo se escribe una palabra para saber cómo se pronuncia es como intentar navegar por Madrid con un mapa de Londres. Simplemente, no funciona.

Vamos a desglosar exactamente por qué este enfoque falla y por qué es crucial "resetear" nuestro cerebro para pensar en sonidos en lugar de en letras.

1. Las Vocales: Un Campo de Minas Sonoro

Este es el mayor desafío. El español tiene 5 sonidos vocálicos puros y predecibles (a, e, i, o, u). El inglés tiene más de 20 sonidos vocálicos, entre vocales cortas, largas y diptongos (combinaciones de vocales).

Una misma letra vocal en inglés puede tener múltiples pronunciaciones completamente diferentes:

La letra "a" puede sonar de, al menos, 5 maneras distintas:

/æ/ como en cat (gato) - Un sonido que no existe en español.
/eɪ/ como en cake (tarta) - Un diptongo, como nuestra "ei".
/ɑː/ como en car (coche) - Una "a" larga y posterior.
/ə/ (schwa) como en about (acerca de) - Un sonido vago y átono.
/ɒ/ (en acento británico) como en what (qué) - Una "o" corta y abierta.
La combinación "ea" puede sonar:

/iː/ como en speak (hablar).
/ɛ/ como en bread (pan).
/eɪ/ como en break (romper).
El error del hispanohablante: Intentar pronunciar todas las "a" como nuestra "a", o todas las "e" como nuestra "e", lo que lleva a confusiones clásicas como pronunciar beach (playa) y bitch (insulto) de la misma manera, cuando la diferencia está en el sonido vocálico largo /iː/ y el corto /ɪ/.

2. Las Letras Silenciosas: Fantasmas en la Ortografía

El inglés está lleno de letras que se escriben pero no se pronuncian. Leerlas como lo haríamos en español es un error garantizado.

k en know (saber), knife (cuchillo) -> No se pronuncia.
b en doubt (duda), debt (deuda) -> No se pronuncia.
w en write (escribir), wrong (incorrecto) -> No se pronuncia.
h en hour (hora), honest (honesto) -> No se pronuncia (¡pero en house sí!).
l en walk (caminar), talk (hablar) -> No se pronuncia.
t en listen (escuchar), castle (castillo) -> No se pronuncia.
El error del hispanohablante: Pronunciar "lis-ten", "dou-bet" o "k-nou", añadiendo sonidos que simplemente no existen y que hacen que la palabra sea irreconocible para un nativo.

3. Combinaciones de Letras con Sonidos Inesperados

Grupos de letras en inglés pueden tener una pronunciación que no tiene ninguna relación lógica con sus componentes. El ejemplo más famoso es "-ough":

tough (duro) -> suena /tʌf/ (como "taf")
though (aunque) -> suena /ðoʊ/ (como "dou")
through (a través) -> suena /θruː/ (como "zru")
thought (pensamiento) -> suena /θɔːt/ (como "zot")
bough (rama) -> suena /baʊ/ (como "bau")
cough (tos) -> suena /kɔf/ (como "cof")
Leer estas palabras basándose en las letras es imposible. No hay una regla fija; simplemente hay que aprender la pronunciación de cada una.


Conclusión: El Inglés es Caótico. Tu Aprendizaje No Tiene por Qué Serlo.

Hemos visto que intentar descifrar la pronunciación del inglés basándose en sus letras es una batalla perdida de antemano. Es un idioma anárquico, un mosaico de historia donde las reglas son la excepción y las excepciones son la norma. Palabras como tough, though y through no son un error; son la prueba de que el sistema fonético del inglés, desde una perspectiva de "lectura", es fundamentalmente caótico.

Y aquí es donde muchos estudiantes se frustran. Sienten que, además de la gramática y el vocabulario, tienen que convertirse en lingüistas expertos, memorizando cientos de símbolos fonéticos y reglas complejas solo para poder hablar sin que los miren con cara de extrañeza.

Pero, ¿y si te dijera que esa batalla no es tuya?

No necesitas ser un experto en fonética para sonar bien en inglés. Lo que necesitas es un método que haya hecho el trabajo duro por ti. El inglés es caótico, sí, pero tu aprendizaje puede ser un proceso ordenado, lógico y, sobre todo, liberador. La pronunciación correcta no es algo que se sufre, es algo que, con la enseñanza adecuada, simplemente... sucede.